EL LIBRO...¿TIENE FUTURO?


Mis padres son libreros. No sólo porque venden libros, también porque les gusta el oficio, porque les gustan los libros. Desde los años 80, cuando emprendieron la aventura de vender libros, las cosas han cambiado. La sociedad ha cambiado. La educación ha cambiado. El libro está cambiando...



El libro en esos años era la ventana a la cultura, casi la única ventana. Ciertamente estaban ya los ordenadores personales y los medios audiovisuales. Pero el libro era el objeto que guardaba la sabiduría y el conocimiento científico, literario...englobaba gran parte de la cultura y se utilizaba como elemento consultivo, objeto de entretenimiento, etc. Además debemos tener en cuenta que el ordenador no estaba al alcance de todos y muy pocos tenían conexión en red.

El libro era (y sigue siendo) algo físico (ocupaba espacio), con páginas que se pueden tocar. Un objeto, instrumento, que contiene información. Una información estática, cual memoria petrificada. Y , ¿cómo interactuamos con él?. Lo tocamos, lo leemos, lo olemos, lo ojeamos. Que objeto más bello el libro.

En los años 90 el libro sigue siendo el instrumento de referencia para la transmisión de información en los ámbitos formales, en el sistema educativo. Pero la sociedad está cambiando. Internet se extiende a las “masas”. El ordenador como soporte está cada vez más extendido. Los móviles siguen siendo únicamente teléfonos portátiles.

Y empieza el siglo XXI. La librería cada vez tiene más clientes...el libro se sigue publicando, se sigue vendiendo...El público que más lee el libro clásico, los nacidos antes de los 80 y los muy pequeños, los niños. ¿Porqué?

Porque la sociedad ha cambiado. Estamos viviendo un cambio cultural hacia la CULTURA DIGITAL, hacia una SOCIEDAD POLIÉDRICA, donde la información se ofrece en cualquier momento y lugar y está a nuestra disposición siempre que tengamos los medios para acceder a ella. Y esos medios son múltiples ahora. Ya no sólo está el libro como transmisor de información y conocimiento. Ahora contamos con numerosos SOPORTES DIGITALES que nos acompañan como apéndices de nuestro cuerpo y que nos proporcionan información y conocimiento en un espacio sin lugares. Y además podemos no sólo INTERACTUAR, sino COMUNICARNOS. Podemos no sólo leer este párrafo sino CONECTARNOS, subirlo a la RED, comentarlo en LA PLAZA, que suponen las redes sociales, y establecer así un feed back, una COMUNICACIÓN, una RESPUESTA, un DIÁLOGO. El párrafo de antes ya no sólo está escrito y lo leemos, sino que lo hablamos, se convierte en una comunicación cercana a la ORALIDAD. Además, al mismo tiempo que leemos y nos interesan determinadas informaciones, podemos, con un movimientode nuestro dedo, desplegar la información y detenernos en aquello que nos motiva, es como en una CONVERSACIÓN, casi podemos interrumpir a nuestro interlocutor para preguntarle por aquella cosa que ha dicho. Y ya el colmo, podemos ¡cambiar y actuar sobre la información! – imposible con el libro que lo máximo que nos permitía era subrayarlo- , podemos reescribir, olvidar, plagiar. El conocimiento ya no está solo en las páginas de los libros. Se nos presenta GRANULADO, por PIEZAS. Piezas de significado que hay que recomponer para establecer un CONOCIMIENTO más amplio, una COMPETENCIA. Éste es, a mi entender, el gran reto de la EDUCACIÓN del siglo XXI.


El sistema Educativo debe responder, debe caminar con el CAMBIO CULTURAL. Las formas de aprender han cambiado y también lo han hecho los objetivos educativos. Se ha pasado de promover objetivos curriculares basados en el conocimiento a la necesidad de educar en COMPETENCIAS.

No se pueden perseguir objetivos distintos usando los mismos métodos. Los soportes digitales se están implantando en los sistemas educativos y ello exige que cambien los objetivos, los contenidos y la metodología. El libro digital, que considero que se introducirá dentro de aplicaciones más completas, diseñadas seguramente por editoriales que ya están llevando a cabo acciones en este sentido, permitirá un APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO, basado sobre todo el JUEGO DE SIMULACIÓN, mediante el cual el alumno asimila situaciones de aprendizaje y CONSTRUYE significados a partir de las PIEZAS de información que proporcionarán los medios digitales. Además, el libro digital implantado en la educación permitirá que cambie la ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO EN EL AULA. Se favorecerá el TRABAJO EN EQUIPO, incluso en red, donde el resultado de ese trabajo constituya mucho más que la suma de las partes. Un aprendizaje COLABORATIVO, donde existe una COMUNICACIÓN constante entre los miembros del equipo y el profesor.


La implantación de los soportes digitales y del libro digital permitirá también un cambio en la EVALUACIÓN. Ésta se tendrá que basar mucho más en los procesos de aprendizaje y en la capacidad de CREAR significados a partir de la información granulada. Es decir, el alumno debe ser un sujeto activo y CREATIVO. Creativo en tanto que deberá ser él mismo el que, a través de ese juego y esa comunicación con los demás adquiera y CONSTRUYA su conocimiento.



¿Qué papel debe tener el profesor o maestro? La implantación del libro digital y otros formatos exigirá un esfuerzo docente para adaptar los contenidos y procesos hacia un lenguaje HIPERTEXTUAL y multimedia. El profesor debe ser un facilitador y orientador del proceso de aprendizaje, facilitando las PIEZAS para que los alumnos CREEN su conocimiento.

Comentarios

  1. Paula, me encanta el árticulo.Ahora solo hace falta que el estado ,prepare al profesorado y surta de material a todos los centros,en todas las Autonomias,"nó en unas cuantas", tendría que esigirlo a las que tengan competencias.Pero tenenos un "pero",¿donde está el dinero?.
    La teoria me encanta, otra cosa es la práctica.

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