ESCUELA DE PADRES: FOMENTANDO LA RESPONSABILIDAD

¿Cuando aprenden los niños a ser Responsables? ¿Cómo lo aprenden? ¿Es algo innato o es una actitud aprendida?.

Podríamos decir que la responsabilidad es una actitud hacia la asunción de las consecuencias que puedan tener nuestras acciones. Los niños se hacen conscientes de que sus propias acciones desencadenan diferentes respuestas desde muy temprana edad. Por ello, el establecimiento de límites en sus acciones les aporta seguridad, pues saben hasta dónde pueden llegar, qué acciones son aceptadas y cuales no lo son. Podemos y debemos establecer normas y límites desde los dos años aproximadamente, y debemos hacerlo desde una actitud de refuerzo positivo de las conductas adecuadas. Esto provocará que el niño sepa, de forma gradual, qué acciones son aceptadas y convenientes. Por ejemplo, si comenzamos recogiendo sus juguetes con el niño y premiamos o reforzamos positivamente que recoja estos juguetes, lograremos que, más adelante, el niño recoja los juguetes de forma independiente, ya que es una conducta que ha adquirido desde muy pronto. ¿Cúal es el truco para que esta conducta se fije?. Hacerlo SIEMPRE, es decir, la repetición y la continuidad, la permanencia. De este modo, se convertirá en un hábito.

La Responsabilidad se aprende también cuando el niño se da cuenta de que sus actos tienen consecuencias, por lo tanto, proteger en exceso intentando "solucionar" el adulto los problemas desencadenados por algunas de las acciones de los niños no es una ayuda, pues no le permite entender que debido a su acción se ha encontrado con una consecuencia. Por ejemplo, el realizar los deberes del niño cuando nos "colma la paciencia" si intentamos ayudarlos y vemos que no conseguirá llevarlos terminados, no hace sino reforzar la idea de que sus padres les "sacarán las castañas del fuego" y sus actos no tienen la consecuencia oportuna (por supuesto, siempre se ha de asistir y ayudar al niño cuando tenga dificultades o dudas, pero proporcionando un apoyo para que sea él mismo el que encuentre la solución y resuelva su tarea o problema).



La asunción de responsabilidades ayuda a los niños a mejorar su autoestima, al verse autónomos y útiles. Tareas como poner la mesa, recoger los juguetes, colgar el abrigo, etc, pueden ser, a parte de los hábitos de aseo y limpieza personal y los referentes a la alimentación, de las primeras cosas de las que se pueden responsabilizar. En el día a día encontraremos muchas y a medida que el niño/niña crece se hace necesario la asunción de otras responsabilidades: Responsabilizarse de guardar sus objetos personales y no perderlos, responsabilizarse de acordarse de los libros y material que ha de llevar a la escuela..., etc. Todas estas responsabilidades son importantes para que eduquemos y nuestros hijos/as sean  adultos consecuentes y conscientes de sus actos y de la influencia que éstos tienen sobre los demás. 

Acordaos....el truco está en la constancia...


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