COMIENZA EL CURSO!!!!
Comienza el curso y los pequeños y no tan pequeños nos vemos inmersos en la vorágine de los libros y materiales escolares; de los horarios y almuerzos, etc. Nos olvidamos muchas veces de la importancia de comenzar el curso con ilusión y determinación de conseguir los objetivos que nos hemos marcado o que hemos previsto para nuestros pequeños.
Os dejo algunos consejos para el comienzo del próximo curso que espero nos ayuden a afrontarlo con ánimo e ilusión.
1. Prever los tiempos que serán necesarios para cumplir con los horarios. Muchas veces afrontamos los nuevos horarios con agobios y prisas. En buena medida esto es consecuencia de una mala planificación. Debemos plantearnos preguntas como ¿cuánto tiempo le lleva normalmente a mi hijo desayunar? ¿Como puedo optimizar ese tiempo o reducirlo para que sea más ágil el desayuno?. ¿Cuanto tiempo dedica a vestirse o a vestirlos yo?. ¿Cuanto tiempo necesito para mi propio desayuno y aseo personal?. Calculando los tiempos nos ahorraremos prisas y agobios y podremos empezar el curso sin presiones y de forma relajada, aunque tengamos que restar unos minutos al sueño.
2. Fomentar la autonomía personal de los niños/as. Es importante fomentar la autonomía personal de los más pequeños en la medida de los posible, pues ello nos ahorra a la larga mucho trabajo y además potencia la autoestima de los niños y los prepara para hacer frente a los retos del nuevo curso.
3. Plantear objetivos ajustados a la edad y desarrollo de los pequeños. Tenemos que partir de la base del conocimiento para poder establecer objetivos realistas y alcanzables para los más pequeños. Por ejemplo, no podemos pedir a un niño de tres años que aprenda durante este curso a leer y escribir perfectamente. Puede llegar a alcanzarlo, pero seguramente se frustrará ya que es un objetivo demasiado exigente para su desarrollo. Para establecer estos objetivos es importante la comunicación con el maestro y resto de comunidad educativa.
4. Evitar el estrés. Dejemos tiempo para el ocio. Comprendamos que el estrés psicológico de los niños y mayores viene determinado en buena medida por el ritmo frenético de actividades a los que apuntamos a los pequeños y la excesiva exigencia que nos imponemos nosotros mismos. Es importante aprender a priorizar y establecer tiempos para compartir el ocio en familia, así como mantener ciertos límites en los que cada miembro de la familia cuenta con su momento de ocio.
Os dejo algunos consejos para el comienzo del próximo curso que espero nos ayuden a afrontarlo con ánimo e ilusión.
1. Prever los tiempos que serán necesarios para cumplir con los horarios. Muchas veces afrontamos los nuevos horarios con agobios y prisas. En buena medida esto es consecuencia de una mala planificación. Debemos plantearnos preguntas como ¿cuánto tiempo le lleva normalmente a mi hijo desayunar? ¿Como puedo optimizar ese tiempo o reducirlo para que sea más ágil el desayuno?. ¿Cuanto tiempo dedica a vestirse o a vestirlos yo?. ¿Cuanto tiempo necesito para mi propio desayuno y aseo personal?. Calculando los tiempos nos ahorraremos prisas y agobios y podremos empezar el curso sin presiones y de forma relajada, aunque tengamos que restar unos minutos al sueño.
2. Fomentar la autonomía personal de los niños/as. Es importante fomentar la autonomía personal de los más pequeños en la medida de los posible, pues ello nos ahorra a la larga mucho trabajo y además potencia la autoestima de los niños y los prepara para hacer frente a los retos del nuevo curso.
3. Plantear objetivos ajustados a la edad y desarrollo de los pequeños. Tenemos que partir de la base del conocimiento para poder establecer objetivos realistas y alcanzables para los más pequeños. Por ejemplo, no podemos pedir a un niño de tres años que aprenda durante este curso a leer y escribir perfectamente. Puede llegar a alcanzarlo, pero seguramente se frustrará ya que es un objetivo demasiado exigente para su desarrollo. Para establecer estos objetivos es importante la comunicación con el maestro y resto de comunidad educativa.
4. Evitar el estrés. Dejemos tiempo para el ocio. Comprendamos que el estrés psicológico de los niños y mayores viene determinado en buena medida por el ritmo frenético de actividades a los que apuntamos a los pequeños y la excesiva exigencia que nos imponemos nosotros mismos. Es importante aprender a priorizar y establecer tiempos para compartir el ocio en familia, así como mantener ciertos límites en los que cada miembro de la familia cuenta con su momento de ocio.
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