Algunas actividades de estimulación sensorial.
La Estimulación Temprana en bebés y niños de 0 a 3 años facilita y propicia el desarrollo sensorio-motor de los niños, favorece el establecimiento de vínculos afectivos seguros, favorece, de forma general, el desarrollo de la inteligencia. Cuando además se detectan casos concretos de necesidades educativas especiales, la estimulación temprana puede favorecer y facilitar una intervención adecuada, ya que mediante el diagnostico temprano de esa necesidad y su tratamiento temprano, se pueden lograr resultados mucho más efectivos.
Los niños en sus primeros años poseen una cerebro muy moldeable y una gran capacidad de aprender. Este aprendizaje se realiza a través de la percepción, es decir, a través de los sentidos. De ahí la estimulación sensorial, que hace referencia a la estimulación a través de la experimentación con los sentidos: la vista, el odio, el olfato, el tacto y el gusto.
Una de las actividades que podéis realizar es llenar botellas de plástico con materiales que tengan diferentes texturas y provoquen diferentes sonidos cuando se agitan. Por ejemplo, se puede llenar una botella de macarrones, otra de harina, de lana, de arroz, de sal... Una vez que el niño/a ha experimentado con el sonido que provocan las botellas al agitarlas podemos dejar que usen el tacto. Seguro que les gustará abrirlas y jugar (siempre bajo la supervisión de un adulto). Si además tenemos la oportunidad de añadirles agua en diferentes recipientes, el bebé podrá descubrir el cambio de las texturas y del aspecto de la harina, el arroz, etc. Lo mejor podría ser añadir a estos productos un colorante alimenticio y ver como cambian de color y cómo incluso se pueden hacer formas y dibujos...
Podéis encontrar muchas más actividades en la página Crowing a Jeweled Rose.
Teniendo en cuenta esto, para todas las mamas, papás y educadores es importante proporcionar al bebé experiencias que favorezcan este desarrollo. Muchas de estas experiencias son muy simples y se pueden llevar a cabo en casa, con materiales cotidianos y un poco de imaginación.
Una de las actividades que podéis realizar es llenar botellas de plástico con materiales que tengan diferentes texturas y provoquen diferentes sonidos cuando se agitan. Por ejemplo, se puede llenar una botella de macarrones, otra de harina, de lana, de arroz, de sal... Una vez que el niño/a ha experimentado con el sonido que provocan las botellas al agitarlas podemos dejar que usen el tacto. Seguro que les gustará abrirlas y jugar (siempre bajo la supervisión de un adulto). Si además tenemos la oportunidad de añadirles agua en diferentes recipientes, el bebé podrá descubrir el cambio de las texturas y del aspecto de la harina, el arroz, etc. Lo mejor podría ser añadir a estos productos un colorante alimenticio y ver como cambian de color y cómo incluso se pueden hacer formas y dibujos...
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